Un viaje inesperado Esta vez el desafío era otro, otro lugar, otro momento, otro paisaje. La travesía duraría meses, pero todavía no lo sabíamos. El corazón lleno de dudas, pero regocijado por explorar lugares nuevos. La planificación llevo su tiempo, pero sin más llego. Desde el principio decidimos a disfrutar del viaje, día a día, minuto a minuto, así, como si el tiempo no importara. Que dicha pensar que teníamos el placer de comenzar una nueva aventura. Solo conocíamos el lugar por fotos; por pequeñas fotos pixeladas, sin color, que deslucían el paisaje. Pero nada nos detuvo. La primer parada le describía a los ojos, pequeñísimos fragmentos de lo que estaba por venir. Miré de frente y me vi, mi reflejo me invitaba a pasar, como enrejados los cristales, luminosos, limpios, mostraban un más allá del mundo, aunque se podía sentir la brisa, su alrededor luminoso daba un toque de calidez que describía una libertad quizás un poco coartad, o quizás segur...
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